Nuestro Slogan: << Un árbol igual a cero emisiones >> , puesla reforestación a gran escala es lo que se promueve con el sistema de entierro ecológico.
Nuestro Propósito: Evitar la degradación del
medio ambiente que está produciendo los sistemas tradicionales de entierro (lápida de granito ó incineración ), reduciendo al máximo las emisiones de C02 al utilizar la madera como sumidero natural de emisiones, contribuyendo así a la disminución del calentamiento global.
Nuestra Voluntad: Acometer aquellas acciones que dentro del marco de una política ambiental responsable, tiendan a conseguir las máximas garantías para la
salud humana, como resultado de reducir la contaminación medioambiental.
La certeza es : " La
pureza del agua es la base de la salud de las personas ".
La realidad es que : uno de
los asuntos más difíciles de la Política MedioAmbiental es, el
inexorable crecimiento de los residuos urbanos y la necesidad de establecer una adecuada gestión en
la línea del reciclaje, mediante la valorización de los mismos, puesto que
implica asignación de recursos económicos para los Ayuntamientos; evitando por el contrario, la degradación del medio ambiente (el suelo, el aire, y el agua ) y promoviendo así el ahorro de materias primas.
Pretendemos en esta línea: promover en la medida de lo posible, el
desarrollo de una conciencia ambiental en los Gobiernos,
Instituciones y en la Sociedad en general.
En la actualidad: con el sistema clásico de gestión de cadáveres que se viene realizando en España desde tiempos inmemoriales (lápida ó incineración), se está produciendo un pernicioso impacto medioambiental y paisajístico, contaminando el suelo, el aire, la capa freática y los acuíferos. Ésto ineludeblemente acaba influyendo negativamente en la salud de las personas a través de la cadena trófica alimentaria, dando lugar a la generación de tumores malignos en la población.
<< El modelo de entierro
ecológico que estamos promoviendo, significa ser respetuoso con el medio ambiente y por lo tanto mira por la salud de
las personas al evitar la contaminación del aire y de los acuíferos, contribuyendo además a la eliminación de las emisiones de C02, o gases de efecto invernadero, que están contrituyendo al calentamiento global del Planeta
>>
NUESTRA PROPUESTA:
1. Ir transformando paulatinamente los cemeterios tipo corralón en cementerios tipo parque, de forma que todo aquel que no desee ser enterrado debajo de una lápida de granito, ó incinerado, pueda hacerlo por el sistema de entierro ecológico que proponemos: o sea, << en vertical, debajo de un árbol, y dentro de un atúd de madera reciclada, una vez estirilizado el cuerpo >>.
2. Proponemos el diseño de cementerios a modo de jardínes naturales, que se convierten en un pulmón de oxígeno para la ciudad, contribuyendo a la reducción del efecto smook, o boina de dióxido de azufre, que en la actualidad sufren las grandes ciudades de España, consecuencia de las emisiones de los tubos de escape.
3. Recintos con la
denominación de cementerio ecológico, donde se descarte el aporte
de mausoleo ó lápida de granito, de forma que se deposite el
cuerpo dentro de una capsula biodegradable, depositando
a continuación una capa de árido del tipo 20-40 o superior, que
otorgará drenaje y consistencia al suelo y relleno de fertilizante
para el resto de la zanja, aprovechando el momento para plantar un
árbol o matorral de alguna especie autóctona. Contribuyendo de
esta forma a la detención de la degradación del suelo y al
embellecimiento paisajístico de la zona.
4. La razon de proponer el drenado absoluto de líquidos al cadáver, préviamente a su inhumación, es para evitar que los fluidos procedentes del proceso de descomposición contaminen la capa freática, y por lo tanto, los acuíferos.
La ciencia forense ha determinado con precisión, que el tratamiento de las enfermedades con productos químicos, que el cadáver a tenido a lo largo de su vida, quedan almacenados en el cuerpo, pasando a formar parte de la mancha verde que todo cadáver deposita tras su descomposición. Por lo tanto, da pié a la consiguiente contaminación de los
acuíferos, una vez se incorpora esa materia biodegradable al tracto
de la naturaleza.
El drenado de líquidos
del cadáver, una vez esterilizado con geles desinfectantes, se envia a través del colector urbano a la planta depuradora municipal, para recibir el consiguiente tratamiento para lodos. Una vez en la planta de compostage, los lodos pasan a ser mezclados con tierra y demás productos procedentes de la trituración del compostaje, conviertiendose ya en fertilizante.
5. Para la
procedencia de estos espacios naturales, son necesarios el desarrollo
anticipado del pertinente estudio de impacto ambiental,
que la Comisión de Medio Ambiente y Urbanismo de la Comunidad de
Madrid, debe valorar, con el conocimiento y visto bueno de la
Consejería de Sanidad.
La fórmula tradicional de entierros,
implican un impacto medioambiental y paisajístico excesivo en las
ciudades, debido a la utilización de material no biodegradable,
como son las lápidas y mausoleos de mármol, féretros de cinz que
acumulan los lexiviados ó fluídos de los cadáveres, y demás
añadidos a las piras funerarias que rebosan las lápidas, hasta el
punto de quedar los féretros a ras del suelo, por falta de cabida,
ó incluso el excesivo derroche forestal que implica la elaboración
de los féretros de maderas nobles.
La incineración de
cadáveres dentro de sus féretros de maderas nobles, con
revestimientos internos de telas, en los tanatorios municipales,
produce excesivas emisiones de gases de efecto invernadero,
consecuencia de las lacas y barnices empleadas para recubrir la
madera, asas y demás adornos de bronce, de carácter pernicioso
para el medio ambiente. Por lo tanto, es preciso desaconsejar su
procedencia, utilizando otro tipo de técnicas para hacer
desaparecer el cuerpo como tal, que no sea la propia incineración,
para su posterior incorporación biodegradable al tracto de la
Naturaleza.
Los excesivos costes
que ha de abordar la familia del finado, para proceder a una acción
tan natural como es el entierro de un familiar, no resultan ni
asumibles, ni aconsejables, para gran parte de la población civil.
No son tiempos de fastos funerarios,
que sirven para engordar
las arcas de las funerarias con pingues beneficios, a costa del
sufrimiento y el sacrificio de los familiares del difunto.
Es justo y necesario que
aquello que procede de la naturaleza, vuelva a ella de la forma más
aséptica y descontaminada posible.
Por lo tanto, entendemos
es ya momento de abordar con responsabilidad y madurez, este tópico
social que hasta ahora y por razones de sensibilidad religiosa no se
ha llegado a tratar.
Las tapias de los
cementerios tradicionales, deberán ir desapareciendo con el tiempo,
en la medida que la zona externa se vaya repoblando con este tipo de
enterramiento aséptico y biosostenible con el medio ambiente,
incrementando la masa forestal, y por lo tanto el embellecimiento
paisajístico del extrarradio de las ciudades.